Planea sobre ‘Angry’, el adelanto del nuevo disco de los británicos, la intervención de la herramienta que se ha convertido en el demonio para los rockeros clásicos
Una de las peores pesadillas del rockero clásico se acaba de producir. El demonio para este tipo de seguidor, el autotune, protagoniza la nueva canción de los Rolling Stones, la banda que mejor y durante más tiempo ha personalizado los preceptos del rock and roll. Es lo que aseguran varios especialistas, como el productor y guitarrista español José Nortes, responsable de grabaciones de Coque Malla, Quique González, Miguel Ríos o Ariel Rot. “Se escucha de forma clara a los 30 segundos, cuando Mick Jagger empieza a cantar: ‘It hasn’t rained in a month, the river’s run dry”.
Los Rolling Stones presentaron el pasado miércoles Angry (Enfadado, en la traducción al español), el primer tema de su nuevo trabajo, Hackney Diamonds, que se publica el 20 de octubre. El disco acaba con 18 años sin un álbum con canciones nuevas.
El último fue A Bigger Bang, de 2005. En 2016 editaron Blue & Lonesome, pero sin temas originales: solo versiones de músicos de blues. Nada más darse a conocer Angry en una rueda de prensa que tuvo de presentador a Jimmy Fallon comenzaron a surgir los comentarios sobre si la voz de Jagger estaba tratada con autotune. En el activo foro especializado en acústica del ingeniero de sonido Steve Hoffman (que ha trabajado en discos de Beach Boys, Alice Cooper o Deep Purple) enseguida se planteó el debate.
“No tengo ningún problema con el autotune cuando se usa para corregir una o dos notas. Pero eso de pegarlo en toda la canción simplemente le quita vida a la interpretación. Jagger suena como una impresión de sí mismo generada por inteligencia artificial”, aseguraba un usuario.