La empresa ucraniana Eleek está suministrando al ejército varias unidades de Atom Military, una versión de su moto eléctrica más rápida y silenciosa.
Las estrategias y recursos del ejército ucraniano para hacer frente a la invasión rusa, pese a su evidente desventaja numérica y de poderío militar, siguen sorprendiendo a propios y extraños. Cuando se cumplen cerca de tres meses desde el inicio de las hostilidades, además de solicitar ayuda a países como España, el ejército de Ucrania no ha dudado en convertir camionetas en plataformas lanzamisiles o en aprovechar los fallos de diseño en tanques o helicópteros rusos. Ahora se ha desvelado otra de sus tácticas: utilizar motos eléctricas para sus equipos de francotiradores.
En los últimos años los vehículos eléctricos, especialmente las motos, habían despertado gran interés por parte de ejércitos de todo el mundo, incluidas las fuerzas especiales de EEUU, por sus múltiples ventajas sobre el terreno frente a vehículos de combustibles fósiles, pero hasta ahora no se habían empleado en un conflicto armado a esta escala.