El Ministerio de Salud de Gaza dijo que al menos 500 personas habían muerto en el Hospital Bautista Árabe al-Ahli, dirigido por la iglesia anglicana, y el gobierno de Hamás describió el ataque como un «crimen de guerra».
«El hospital albergaba a cientos de enfermos y heridos, y a personas desplazadas por la fuerza de sus hogares», decía un comunicado oficial.
«La masacre del hospital confirma la brutalidad del enemigo y el alcance de su sentimiento de derrota», afirmó, añadiendo que el ataque sería «un nuevo punto de inflexión».
Haniyeh llamó a todo el pueblo palestino a “salir y enfrentarse a la ocupación y a los colonos”.
Hezbolá, el grupo libanés respaldado por Irán, declaró mañana “un día de ira sin precedentes” contra Israel mientras el presidente Biden visita Tel Aviv.
«El ataque revela la verdadera cara criminal de esta entidad y su patrocinador… Estados Unidos, que tiene la responsabilidad directa y completa de esta masacre», dijo Hezbolá.