Estados Unidos es con gran diferencia el primer proveedor de armas del país, al que facilita tecnología punta
Estados Unidos ha sido tradicionalmente la armería de Israel. Las importaciones de material estadounidense, incluido armamento con tecnología punta, han sido la clave de la primacía militar de Israel en Oriente Próximo. La venta de armas a Israel se viene dando por descontada desde hace décadas. Por eso, la decisión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de paralizar el envío de armas ofensivas a Israel si emprende una operación a gran escala en Rafah, en el sur de la franja de Gaza, supone un paso cualitativo en la relación ente ambos países.
Para que el mensaje quedase claro, y tras semanas de conversaciones infructuosas en las que el Gobierno de Benjamín Netanyahu hacía oídos sordos con respecto a Rafah, Biden decidió paralizar la semana pasada el envío de un primer cargamento. Se trataba de 3.500 bombas: 1.800 de unos 900 kilos y otras 1.700 de 225. Biden, que ya se quejó hace unos meses de los “bombardeos indiscriminados” que a su juicio estaba llevando a cabo Israel, reconoció este miércoles en una entrevista en la CNN que “en Gaza han muerto civiles como consecuencia de esas bombas” estadounidenses.