Aquí estoy de nuevo, pero ahora sorprendido por cómo se estacionó un(a) saltillense en un lugar prohibido por más de 30 minutos contados. Y ese no es el punto, desafortunadamente nos estamos acostumbrando a que cualquiera se estacione donde se le pega la gana y muchas otras cosas más; pero ahora sí, que esta persona les ganó a todos.
Tapó e impidió el acceso a dos cajones de estacionamiento AZULES, o sea que no conforme con uno también obstruyó el de en frente, en una maniobra propia de una persona con discapacidad mental y social, en verdad que los saltillenses nos podemos ganar un premio a la prepotencia e incivilidad.
Una buena campaña de concientización no va a ser suficiente, La Ciudad se merece una campaña urgente y permanente, con amonestaciones oficiales y después con multas y servicio comunitario. Sí, como niños chiquitos que hay que reprender; porque sólo con acciones correctivas dejarán de hacer lo incorrecto. La Ciudad se lo merece, Saltillo se lo merece.