El CBA acoge una exposición, basada en el polémico libro de 1977 de Maria Aurèlia Capmany y la fotógrafa catalana, fallecida en diciembre de 2023.
«Las imágenes que vamos a ofrecer son, ni más ni menos, que el reflejo en el ojo de la cámara, de lo que está ahí. No se trata de una realidad previamente ordenada, pero tampoco de lo que suelen ver los ojos distraídos de los viandantes», advirtió Maria Aurèlia Capmany en la primera página de Antifémina (1977).
Con razón, ya que esos ojos, los de Colita (1940-2023), eran de todo menos descuidados. La fotógrafa catalana, cuyo nombre real era Isabel Steva, impregnó las páginas del libro con su mirada tierna y humanista, y junto con la escritura de Capmany, Antifémina se convirtió en un hito feminista.
Tras ser publicado en 1977 por Editora Nacional, con una tirada de tres mil ejemplares, el libro se retiró a los pocos meses por ser considerado subversivo y panfletario, ya que reflejaba la realidad de las mujeres durante la dictadura, y desapareció. Hasta que en 2021, cuarenta y cuatro años después, volvió a reeditarse a través de la editorial Terranova, gracias al apoyo del Ayuntamiento de Barcelona entonces liderado por Ada Colau.
Ahora, el Círculo de Bellas Artes inaugura Colita. Antifémina, exposición que se ha convertido en el primer homenaje póstumo y el último gran proyecto de la fotoperiodista, implicada activamente en el mismo hasta su muerte a los 83 años el pasado mes de diciembre.
La exposición, organizada conjuntamente por el CBA y La Fábrica, recoge 94 de las 176 fotografías del libro, junto con extractos de los diez capítulos en los que se divide la publicación: la vejez, el matrimonio, el trabajo, la religión, la prostitución, la cosificación, la marginación, las modelos, el disfraz y el piropo.
Colita, a la que le gustaba referirse a sí misma como una «perra callejera», era amiga de la calle, la gente, las mujeres. De ahí que, cuando a finales de los años 70 su amiga Capmany le propuso realizar conjuntamente Antifémina, se dio cuenta de que llevaba más de dos décadas retratando a mujeres; tenía archivo de sobra. Por ello, la mayor parte de las fotografías que componen el libro se tomaron años antes.