En el 106 aniversario de la Constitución, la presidenta de la Suprema Corte señala que “ante las injusticias que generan inconformidad, descontento, enojo y violencia, la única solución es el fortalecimiento institucional”
El acto de conmemoración de la Constitución mexicana, que cumple ahora 106 años, ha servido para juntar este domingo a los poderes del Estado, pendientes unos de otros, siempre al amparo de las palabras del presidente del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador. Celebrado en Querétaro, a hora y media de Ciudad de México, representantes del Senado y la Cámara de Diputados, secretarios de Estado y la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, han acompañado al mandatario. Piña ha aprovechado la ocasión para defender la independencia del poder judicial.
Hace solo unos días, López Obrador insistió en sus críticas, a raíz de las impugnaciones que ha hecho la oposición a la reforma electoral que ha empujado su Gobierno. López Obrador criticó que la mayoría de los jueces sirven al “viejo régimen” y que “los conservadores” influyen en las decisiones de la Suprema Corte.
Ante ese panorama, Piña ha dedicado su discurso de este domingo para defender el poder judicial, su trabajo e independencia. “La independencia judicial no es un privilegio de los jueces, es el principio que garantiza una adecuada impartición de justicia para hacer efectiva las libertades y la igualdad de las y los mexicanos. La independencia judicial es la principal garantía de imparcialidad”, ha dicho.
Piña ha añadido que “es sano y necesario ponderar la actividad de los jueces” y que “nuestro actuar debe estar apegado al derecho para evitar arbitrariedades y para, de cara a la sociedad, rendir cuentas en el ejercicio de nuestra función”. López Obrador, que ha hablado después de la ministra presidenta, ha evitado polemizar en esta ocasión.