Hay empleadores que desean que sus trabajadores regresen a las oficinas porque quieren beneficiarse de la interacción persona a persona, una ganancia que no puede medirse solo por cifras de productividad.
Yashovardhan Agrawal es especialista en relaciones con desarrolladores, y trabaja desde su hogar en Prayagraj, en India, donde debe coordinar citas virtuales con multinacionales en tres países distintos. Si bien trabajó de forma presencial en Bangalore, desde la pandemia, su casa es su oficina. Y pese a los problemas, asegura que el cambio lo hizo más productivo. «En casa puedo hacer en dos horas lo que en la oficina me tomaría cuatro», dice.
Las empresas tienen cómo monitorear la productividad de sus empleados cuando trabajan desde casa, pero les resulta más difícil medir lo que se pierde por la falta de interacción personal, explica Roman Briker, profesor de comportamiento organizacional en la Universidad de Maastricht. Esto podría explicar el creciente número de compañías que están pidiendo a sus empleados que retornen a las oficinas.
La importancia de ser visible
El jefe de Tesla, Elon Musk, conocido por dormir en la compañía cuando hay alta producción, ha insistido en que los empleados estén al menos 40 horas a la semana en sus puestos, bajo la amenaza de despedirlos si no lo hacen. «Mientras más alto es tu cargo, más visible debe ser tu presencia», escribió Musk en una comunicación interna. «Es por eso que vivo tanto tiempo en las fábricas, para que quienes estaban en línea pudieran verme trabajando junto a ellos», explicó.