La infamia.
Por: Orestes Gomez Rodríguez
“La ley es tela de araña en mi ignorancia lo explico, no la tema el hombre rico, nunca la tema el que mande, pues la rumpe el bicho grande y sólo enrieda a los chicos.” (sic), la frase del libro:” Martin Fierro” de Miguel Hernández, me ha venido retumbando en el oído, seguro de que no es tinnitus, sino esa sensación de ver perdido el esfuerzo por protestar ante el agravio legaloide que encumbraron en el poder judicial del estado, a figuras impresentables debido a su entreguismo a los poderosos y derivado de su torpe proceder en las funciones de la justicia en Coahuila.
Refería en la entrega anterior la figura de grandes juristas que hicieron de la profesión, una verdadera vocación de servicio basados en la equidad y tratando de aplicar la justicia a los casos concretos presentados.
Recuerdo fresco es la figura de don Vicente Valerio Rodríguez, ya nonagenario, en una fotografía del Sol del Norte, que lo retrata oyendo el juego de beisbol de los saraperos, en un receso del pleno, a donde era invitado a fin de expresar consejo jurídico sobre algún asunto delicado, máxime que se trataba de un magistrado jubilado hacia varios años en los 80 del pasado siglo.
Que van a saber de ciencia jurídica y sobre todo criterio la planilla de candidatos a magistrado que paso el filtro o la criba de la utilidad y el compromiso, salvo honrosa excepción, para ejercer el cargo de custodio de la justicia en esta tierra, sino solo aplicar una ley de las de tela de araña descrita.
Mencionaba que el proceso de elección judicial de Coahuila estaba plagado de irregularidades que iniciaban con la convocatoria misma que no solamente es violatoria de derechos humanos y constitucionales, sino que es discriminativa y desequilibrada y vamos por partes.
La Constitución del estado en su articulo 138, modificado en diciembre de 2024, establece como requisito para ocupar el puesto de magistrado del tribunal superior de justicia que el candidato debe:” V. Contar con la certificación de perfil judicial idóneo, por parte de la institución que se encargue de la formación judicial del Poder Judicial del Estado, en los términos que disponga la Ley”. Y para ello un abogado postulante deberá presentar y aprobar un examen extenso de conocimientos , lo que no ocurre con los actuales ocupantes de la magistratura quienes tienen un pase automático, aun cuando en su curricula exhibida no tengan mayor experiencia en la carrera judicial, que el hecho de haber sido nominados por el ejecutivo a pago de favores políticos y protesta de sumisión, debido a que la constitución aplicable al momento de su designación NO refería ese requisito de idoneidad al perfil judicial.
De esta manera se han colado directamente a la elección popular : un magistrado que tiene como antecedente haber sido secretario de ayuntamiento y candidato perdedor a una alcaldía; otro que fue secretario del ejecutivo del estado y transito en cargos administrativos del mismo; aquel mas que fue operador político del PRI y funcionario de la fiscalía estatal; otra más que fue consejera del ejecutivo en los tiempos de las leyes mas retrogradas y que disolvían a la sociedad, solo por mencionar algunos ejemplos de las personitas que aparecerán en las boletas en la jornada de junio de este año.
La segunda trastada de la reforma a la ley, que trae consigo la trampa, es la referente a la boleta electoral, en la que aparecerán las ternas de cada puesto ocurriendo que ellas serán colocados estratégicamente los funcionarios judiciales ya palomeados por la triada Manolo-Riquelme-Rubén , junto con otros de menor popularidad y el día de la elección las hordas del PRI y sus operaciones carrusel en las colonias ,alentaran la manera en que los beneficiarios de los apoyos paupérrimos deberán votar y asunto arreglado.
En el poder judicial ya hasta una magna ceremonia hubo para ungir al próximo presidente, que resultara el mismo actual solo que “legitimado” por el pueblo bueno y sabio que recibe las ayudas de mejora. Haya cosa.
Seremos testigos de una farsa electoral que ratificara a las mismas caras y por ende al mismo sistema de justicia entregado al capricho del ejecutivo y del circulante monetario.
A ver de a como viene la tarifa para arreglar a juececillos balaceras por hoy es de un litro de fresca, una botella de Jimador y un kilo de chicharrón de la Ramos.
Protesto, pues encabronado por la patraña y no guardaré silencio a semejante maraña. La ley es tela de araña en mi tierra.