Oficinista 2da parte
Por Orestes Gomez Rodríguez
Con la aclaración de que se tratan de 50 años de aquella huelga memorable de Cinsa -Cifunsa, nos arrancamos con la entrega, refiriendo que la empresa había decidido negociar con un sindicato afiliado a la CTM local y en lugar de existir dos contratos colectivos solamente había uno, que era revisado en la misma fecha y aplicable a las dos fuentes de trabajo.
La CTM de Saltillo tenia como secretario general a Gaspar Valdés, quien había sido electo a mediados de los años 60 para tal cargo y el comité ejecutivo del sindicato Cinsa- Cifunsa en 1974 era encabezado por Margarito Carranza quien en el mes de abril de ese año, en conjunto con su comité y varios comisionados, efectuaron las platicas de negociación con las empresas mencionadas y llegaron al acuerdo de un incremento del 12.5% de incremento salarial y otras prestaciones entre ellas un seguro de vida de 25,000.00, sin embargo a instancia de los abogados se solicitó al comité que se firmara el mismo y se depositara en la junta local de conciliación, hecho el 2 de abril de 1974.
El dia 3 de abril fue citada una asamblea para avisar a los trabajadores del incremento y las prestaciones nuevas, sin embargo para esa fecha ,una brigada del FAT y un grupo de asesores políticos sindicales ajenos a la CTM , habían estado haciendo campaña incluso en las puertas de las factorías mediante publicaciones en las que se hacia referencia al derecho de huelga, la formalidad de la aprobación de contratos por parte de las asambleas y de como en la huelga de 1959, la empresa había mostrado una férrea oposición logrando acallar a los trabajadores y a eso de que la revolución que transa se suicida, pues entonces fue preparando la conciencia de grupo de los operarios, que como mencionábamos laboraban en condiciones muy difíciles con ruido, humos, solventes,azufre,altas temperaturas, mugre y cochambre en los pisos, descrita anteriormente.
Ese día una operaria de experiencia de nombre Socorro Castañeda, reclamo al comité el porqué se había ya depositado el contrato colectivo y ante la falta de respuesta convincente, surge la figura de un operario del área de mantenimiento, con antigüedad de un par de meses de nombre Salvador Alcazar, quien después de su discurso, una voz propuso que se destituyera al comité y se nombrara a uno nuevo con el compañero Alcazar a la cabeza.
El comité se vio rebasado por la multitud y cedió a los nuevos funcionarios, ocurriendo que en los proximos días la CTM local tratara de arropar al nuevo secretario general, sin embargo ya estaban enterados que a Salvador lo habían contactado los abogados del FAT como Arturo Alcalde Justiniani y un grupo de universitarios, quienes lo asesoraron a lo largo del conflicto.
La estrategia planteada por el FAT en los siguientes días fue primero solicitar la consabida toma de nota y posteriormente la de emplazar a huelga considerando la causal de desequilibrio entre los factores de producción y solicitar un incremento salarial del 35%, ocurrencia de Alcalde Justiniani y fue estallada a los pocos días.
La empresa considero que ya se había efectuado una revision y envió a sus abogados Arizpe Narro y Aguirre Castro a defender el punto ante la junta local de conciliación, quienes fueron reemplazados por el licenciado Yllanes Ramos de la Coparmex. Después del intento por que se declarara la inexistencia y un amparo por la falta de personalidad que fue negado, se siguió cabildeando a nivel estatal y federal sin resultados.
Después de agotar las instancias locales, los huelguistas convocaron a una marcha a San Luis Potosí, enterados que el presidente Echeverria estaría en esa ciudad y la caravana partió con gente de a pie, otros en moto y camionetas de redilas.
La charla con Echeverria fue fructífera ya que obtuvo que los empresarios se sentaran a negociar lográndose un incremento salarial de emergencia de un 20% y el pago del 70 % de los días de paro.
Las cosas nunca fueron igual en las dos compañias, al poco tiempo algunos revoltosos fueron despedidos por diversos motivos y empezó a circular la versión de que Alcázar era financiado por un grupo político local en venganza contra la familia Lopez. Lo cierto es que además de sentar precedente de que las condiciones laborales influyen en el ánimo de la gente y más su ambiente de trabajo, las relaciones laborales deben ser prioritarias a la par de la producción. Al paso de los años fue evidente la lección aprendida por ambas partes y el GIS fue derrotada por la misma familia que lo creó y los diversos intereses de los muchos herederos y sus particulares sueños. Haya cosa.