Washington D.C. – La administración Trump ha intensificado su confrontación con la Universidad de Harvard, emitiendo una severa advertencia de que la institución podría perder su capacidad de inscribir estudiantes extranjeros si no cumple con las demandas de registros relacionados con presuntas actividades ilegales de titulares de visas de estudiantes extranjeros. Este hecho marca una escalada significativa en la disputa en curso entre el gobierno federal y la prestigiosa universidad.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha adoptado una postura firme, con la Secretaria Kristi Noem exigiendo que Harvard proporcione registros detallados de lo que describió como «actividades ilegales y violentas» que involucran a titulares de visas de estudiantes extranjeros. El incumplimiento de esta demanda para la fecha límite especificada podría resultar en la pérdida de la certificación de Harvard bajo el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio, lo que efectivamente le impediría inscribir a estudiantes internacionales.
Esta amenaza surge en medio de una campaña más amplia de la administración Trump para ejercer presión sobre Harvard, que incluye la revisión de miles de millones de dólares en contratos y subvenciones federales, y demandas de cambios en las políticas de la universidad. Harvard ha respondido afirmando su independencia y prometiendo proteger sus derechos constitucionales, preparando el escenario para una posible batalla legal. La situación ha generado preocupación sobre la libertad académica y el papel del gobierno en la supervisión de la educación superior.