El proyecto de Ricardo Mejía Berdeja para conquistar el Palacio Rosa persiste, pero le falta punch. Ya sin, el factor López Obrador la aspiración del lagunero perdió potencia. Los 40 días, que faltan para que inicie la contienda formal, le servirán para intentar construir una campaña ganadora, con mejor discurso, mensajes mejor estructurados y agregar propuestas. Es evidente que la parte medular de sus mensajes serán expulsar al PRI y a lo que llama moreirato, del palacio de gobierno de Coahuila.
Así, él tendrá que intentar generar, en la mente de los electores, la polarización de buenos y malos. De héroes y villanos. De los sufridos coahuilenses que padecen mala calidad de vida, por culpa de los malos gobiernos de casi 100 años de hegemonía tricolor. Ya en la campaña, le tocará conectar algunos sólidos ganchos a Armando Guadiana, pero sobre todo a Manolo Jiménez. Si la campaña se cierra se verán más traiciones, el tricolor deberá tenerlo presente.
Mejía quiere llevar la competencia a tercios. Pero, primero debe alcanzar a Guadiana y demostrar que el candidato de Morena, es poco competitivo. Sólo así lograría, que los anti prianistas se le sumen, y abandonen al político del Stetson y arriesguen sus becas. Veremos.