Griselda Álvarez ganó en 1979 el Gobierno de su estado bajo las siglas del PRI y el PPS, 26 años después de haberse otorgado el voto a la mujer. En sus memorias, Cuesta arriba, la escritora reflexiona: «¿Me había convertido en un símbolo? Muy posiblemente: el de la igualdad del hombre y la mujer en política. Sabía que podía gobernar Colima; antes que yo lo había hecho mi padre, en 1919, y mi bisabuelo, que fue el primer gobernador de Colima, en 1857. Nunca imaginaron que yo, mujer, sería también gobernadora» (Memoria política de México). La paridad de género en las gubernaturas aún no se consigue, pero cada vez está más próxima. La cifra actual es de nueve, y tras las elecciones del domingo aumentará a 13.
La igualdad en el Congreso y en el Senado se alcanzó ya debido a la reformas de 2019. En el gabinete la proporción es de 11-8. También por primera vez los órganos constitucionales autónomos (Banco de México, Instituto Nacional Electoral, Instituto Nacional de Estadística y Geografía y Comisión Nacional de los Derechos Humanos) son presididos por mujeres. Sin embargo, en cuestión de género, el paso más importante se dio este el 2 de junio. Claudia Sheinbaum (Morena-PT-Verde) ganó la presidencia con el 60% de los votos de acuerdo con el INE. El futuro político de Xóchitl Gálvez es incierto.
De las presidenciables anteriores vivientes, Cecilia Soto (PT) se retiró de la política partidaria «…después del asesinato de Colosio… (por) una sensación de náuseas hacia el sistema político (…) o una actitud de evidente rechazo al PRI, que surge de la hipótesis de que el propio sistema victimó a Luis Donaldo Colosio o propició las condiciones para su asesinato» (La oposición y las elecciones presidenciales de México, Espiral, 1994). Soto se desempeñó más tarde como embajadora en Brasil, en el Gobierno de Vicente Fox. Patricia Mercado (PSD) es actualmente senadora por Movimiento Ciudadano. Josefina Vázquez Mota (PAN) también ocupa un escaño en la Cámara Alta. Margarita Zavala, fugaz candidata independiente en 2018, es diputada por el PAN y buscó la reelección.
¿Qué le espera a Gálvez? Nada que le brinde la satisfacción de haber sido jefa de Estado y de Gobierno. Le queda el bagaje adquirido en meses de campaña, útil para la reflexión y el recuento de aciertos y errores. Sheinbaum superó en votos a Andrés Manuel López Obrador, y está cerca de tener mayoría calificada en el Congreso. Será una presidenta fuerte. Las fuerzas políticas tradicionales (PRI-PAN-PRD) están agotadas. Su alianza devino en fracaso. Los electores les dieron la espalda. Movimiento Ciudadano apostó con Jorge Álvarez Maynéz por el futuro y ganó, además de conservar Jalisco.
Tras vencer obstáculos y resistencias, el tiempo de las mujeres al fin llegó. Las Juanitas, utilizadas para simular cuotas de género y principios de equidad en la asignación de candidaturas, pasaron a la historia. México tendrá su primera presidenta luego de múltiples batallas, sacrificios e incluso humillaciones. El paso, hasta hace poco insospechado, es enorme. Rosario Ibarra de Piedra, activista de izquierdas, compitió contra Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari en 1982 y 1988 en total desventaja. La perseverancia tendrá, después de 42 años, su recompensa: una mujer en la silla del águila. Las experiencias en Alemania, Reino Unido, Israel, India y Brasil fueron exitosas. En México también deberá serlo.