La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico es un organismo internacional refundado en el año de 1961, en la cual participan 38 países, entre los cuales, desde el 21 de diciembre de 1995, se incluye México. Sus orígenes se remontan al Plan Marshall, el cual fue fundamental para poder reactivar y literalmente “reconstruir” Europa al término de la segunda guerra mundial.
La OCDE tiene como objetivo sugerir políticas económicas que originen cambios positivos en el desarrollo de los países y el bienestar de sus habitantes.
Dicho organismo multinacional asegura que México podrá alcanzar un crecimiento anual mayor al 2% si desarrolla ciertas políticas en tres rubros de gran importancia para la economía.
La primera, además de beneficios económicas se trata de justicia e igualdad, pues la OCDE propone un aumento en la participación de la mujer en el mercado laboral. Acción que podría concretarse con la aplicación de políticas laborales que logren incentivar la contratación de mujeres tanto en el sector público como privado. Propuesta que debe de ir acompañada de la igualdad salarial pues según diversos estudios como realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad, A.C se asegura que la brecha de ingresos entre hombres y mujeres es del 14% a favor del sexo masculino, es decir que las mujeres tendrían que trabajar 51 días más al año para lograr un ingreso idéntico al de los hombres.
La segunda propuesta de la OCDE, para que México logre un mayor crecimiento económico es la aumento en la formalidad laboral, basta mencionar que el INEGI informó, de manera reciente, que el 55.6% de las personas con empleo se encuentran en la informalidad, es decir de quienes no se tiene registro, no se encuentran reguladas, ni cuentan con prestaciones legales y no pagan impuesto alguno. Por cierto, Coahuila es el estado en el cual se cuenta con menor informalidad. La autoridad federal lograría la reducción de este fenómeno laboral con una serie de políticas fiscales y de inclusión.
El tercer punto que la OCDE sugiere a México para lograr aumentar el PIB, debe de reforzar la calidad en la educación básica, tal vez, y desafortunadamente, esta es la sugerencia más difícil de lograr, ya que, según datos generados por la secretaría de educación pública, sólo el 1% de los estudiantes mexicanos lograron un nivel de alta competencia, el 35% del alumnado no alcanzaron un nivel mínimo de competencia. Además, el 27% del estudiantado se encuentra en escuelas con desventajas sociales y económicas; siendo también lamentable y hasta contradictorio, que el 17% de los alumnos que asisten a escuelas con mayores ventajas, su educación esta obstaculizada por la falta de personal docente capacitado.
Pareciera que las acciones que el gobierno federal debe de emprender están muy alejadas del inquilino del Palacio Nacional, mientras todas las mañanas durante horas, habla y habla, existen millones de mujeres que no pueden conseguir un empleo y que éste sea de igualdad en sus ingresos con los hombres. Mientras en las mañanas un señor habla y habla, más mexicanos se ven en la necesidad de incorporarse en el sector “informal”, lejos de sus prestaciones, y sin pago de impuestos. Pero lo más triste es que cada mañana, mientras un señor habla y habla, nuestros niños están cada vez más alejados de una educación de calidad, que les permitiría mejor su nivel de vida.
Pareciera que la OCDE nos ha dado las recomendaciones, mientras el responsable juega a las escondidas en Palacio Nacional. 1, 2, 3 por mí y todos mis amigos.