Además, la Pinakothek der Moderne de Múnich ha presentado una denuncia contra el trabajador por daños a la propiedad
«En Múnich no le ha hecho gracia a nadie», dice la editora de la sección de Arte de ‘Frankfurter Allgemeine’. «En Múnich las cosas son muy diferentes a la Bundeskunsthalle Bonn». Justifica así el hecho de que la Pinakothek der Moderne de Múnich no se haya tomado a broma la ampliación no autorizada de su programa de exposiciones.
De hecho,el museo ha sancionado y despedido a un artista independiente que trabajaba en la casa como empleado técnico a modo de actividad secundaria y que instaló en secreto, el pasado 23 de febrero, un cuadro de su propia producción en una de las salas de exposición, fuera del horario de apertura.
El museo no ha hecho público el contenido del cuadro, aunque algunos medios locales afirman que se trataba de un retrato con cuya exposición deseaba «dar un paso adelante en su carrera artística», que a sus 51 años consideraba «urgente». Se considera a sí mismo un «artista independiente» e independientemente de la directiva del museo, consideró que su obra merecía estar allí colgada.
La Pinakothek der Moderne de Múnich no se ha limitado a ejecutar el despido inmediato, sino que además ha presentado una denuncia por el único delito del que puede ser acusado el exempleado: daños a la propiedad, según ha confirmado un portavoz de la policía de Múnich. Al colgar su propio cuadro, el artista hizo los necesarios agujeros no autorizados en la pared. El museo, por su parte, guarda un estricto silencio tras el que oculta su propia incapacidad.