Una exposición en el Palacio Franchetti en Venecia reivindica la importancia de la obra artística de una mujer fascinante que fue modelo, icono, fotógrafa y reportera de guerra
«Prefiero hacer una foto que ser una foto».
Eso decía la fascinante Lee Miller, la mujer que ha pasado a la historia por ser la musa del fotógrafo surrealista Man Ray y a quien éste retrató en muchas de sus imágenes más célebres. De Elisabeth Lee Miller son por ejemplo los ojos rodeados de perfectas esferas de agua de la famosa foto de Man Ray de 1930 titulada Lágrimas.
Pero no, Lee Miller no fue solo la musa de Ray. Una exposición en el imponente Palacio Franchetti de Venecia hace por fin justicia a esa mujer bella, brillante y de un talento desbordante, liberándola de la sombra de Man Ray y poniendo el foco sobre ella y su arte.
‘Lágrimas’, fotografía de 1930 de Man Ray que muestra los ojos de Lee Miller.
La exposición se titula Lee Mille-Man Ray. Fashion, love, war. Ha sido comisariada por Victoria Noel-Johnson y reúne alrededor de 140 fotos de Lee Miller y de Man Ray, algunas piezas de arte (como el famoso metrónomo de Man Ray con la foto de un ojo de Lee Miller como péndulo) y varios documentos audiovisuales, como un breve extracto del filme Le sang d’un poete, de Jean Cocteau, en el que Lee Miller presta sus labios para dar vida a una estatua griega.
A través de todo ese material se reconstruye el recorrido artístico y humano de una mujer que se codeó con Max Ernst, Pablo Picasso, Giorgio de Chirico, Jean Cocteau, Salvador Dalí y lo más granado de la vanguardias artísticas y que tuvo una vida tan extraordinaria como trágica, que entre otras cosas fue modelo, fotógrafa, musa, icono del siglo XX y la primera reportera de guerra en documentar los horrores de los campos de concentración nazis.