Una exposición en la National Gallery de Londres reivindica “el despertar de la pintura” que vivió la ciudad italiana en el siglo XIV, con obras de Duccio, Martini y los hermanos Lorenzetti
Duccio di Buoninsegna, conocido universalmente como Duccio, era un tipo rebelde e irascible. Las crónicas de su tiempo registran todas las multas y sanciones que recibió por impago de deudas, por negarse a mostrar fidelidad a las autoridades, por escabullirse del servicio militar y hasta por practicar la brujería. Duccio fue también la figura clave de la pintura de la ciudad italiana de Siena en el siglo XIII y uno de los primeros artistas en liberar a los personajes de sus obras del rígido molde bizantino que dominaba hasta entonces la producción artística, para comenzar a plasmar sentimientos humanos y gestos cotidianos.
La exposición Siena: The Rise of Painting. 1300-1350 (Siena: el despertar de la pintura. 1300-1350), que la National Gallery de Londres ha incluido como uno de los acontecimientos principales para celebrar su bicentenario, redescubre la importancia fundamental de los artistas de esta ciudad, enriquecida por su actividad bancaria y su localización estratégica en la Vía Francígena (la ruta europea de norte a sur que llevaba a Roma), para establecer las bases del posterior Renacimiento.